Soneto 66

domingo, 22 de noviembre de 2009 en 12:00

LXVI

Pablo Neruda

No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.

Sal y aceite.

sábado, 21 de noviembre de 2009 en 18:51
Tendré tus dedos marcados para siempre en mis pantalones, con sal y aceite.
Te llevaste mi huella en tu mejilla.... de sal y aceite.



:)

Especial.

viernes, 20 de noviembre de 2009 en 13:05
Te dicen que eres especial,
como si pudieras dejar de amar
como si pudieras querer más.
como si no fueses tan normal
como si no fueses otro humano más

Escuchas "es especial", y piensas,
¿cual es tu especialidad?
si luchamos por el ladrón y por el mentiroso
por el que se equivocó y el que lo hizo sin querer
y tu sin hacr nada ya "eres especial"
No se nace especial, se hace especial cuando se nace


Te dicen que eres especial,
y la verdad es que tendrás que pasar
por todo lo que pasamos nosotros, y quizás un poquito más
cuando todos te repitan lo mismo, y no lo quieras creer.

Dilo de una vez:
¡no soy especial! no soy diferente!.
Todos somos diferentes, y por eso somos iguales.
como si pudieses querer más...
como si pudieses dejar de amar.

Coraza al corazón

lunes, 9 de noviembre de 2009 en 17:49
Debo ponerle una coraza al corazon
no vaya a ser que un dia de estos se me vaya a corromper
se arroje al viento libre y sincero
y cuando me de cuenta,
ya ni siquiera queden restos por recoger.

Debo ponerle una coraza al corazón,
porque está a punto de caerse al precipicio
suicida y desbocado, gritando, rugiendo
flotará entre los espinos de tus manos


Debo ponerle una coraza al corazón,
porque está debil y aun le quedan cicatrizes
de tan larga batalla que silencioso luchó
aún tiembla de frío, aún destila memorias de licor.

Debo ponerle una coraza al corazón,
está su centro desgarrándose y resistiendo
no hay nada que lo abata,nada que lo mate
pero se tiende a dormir, y luego el ardor lo despierta.


Debo ponerle una coraza al corazón,
porque es menos dañino el olvido que el rechazo...
menos vulnerable el duro que el blando...
Debo ponerle una coraza al corazón.

Vieja historia

sábado, 7 de noviembre de 2009 en 15:43
Quise buscar la felicidad, resultó, hasta cierto punto.

Pero no del todo. Hice el borrón. y hoy comienzo de nuevo a tejer mis viejos monólogos.

He vuelto. Soy yo otra vez.

He reencontrado a este errante corazón.

Mal Cuento | Powered by Blogger | Entries (RSS) | Comments (RSS) | Designed by MB Web Design | XML Coded By Cahayabiru.com